lunes, 16 de marzo de 2009

Como no sabía que era imposible, lo hice. Albert Einstein.

En mi primera entrevista de trabajo el seleccionador me preguntó cuál era mi mayor defecto. No estaba preparado para la pregunta, creía que la entrevista se centraría en temas profesionales, así es que sin pensar mucho le dije que era muy cabezón. “Concrete algo más”. Y le trate de explicar que a veces, si me empeño en algo, aunque pueda parecer imposible conseguirlo, empleo todos mis esfuerzos, quizás dejando otras cosas de lado. Un día después del “ya le llamaremos” me llamaron para ofrecerme el puesto. No sé si le sonó a defecto ó a virtud.

Un día como antes de ayer, 14 de marzo, pero en 1879 nacía Albert Einstein, el científico del siglo XX (cómo Newton lo fue de los dos siglos anteriores y aún se espera al del XXI). En 1905, a la edad de 26, escribió, en su tiempo libre, cuatro artículos fundamentales sobre la física de pequeña y gran escala. En el primero de ellos explicaba el movimiento browniano, en el segundo el efecto fotoeléctrico y los dos restantes desarrollaban la relatividad especial y la equivalencia masa-energía, E=mc², probablemente la ecuación de la física más conocida del mundo. Y ello en un marco teórico simple y con base en postulados físicos sencillos., “No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela” decía. En 1915 presentó la Teoría General de la Relatividad, en la que reformuló por completo el concepto de gravedad y en 1921 obtuvo el Premio Nobel de Física, pero no por la Teoría de la Relatividad, pues el científico encargado de evaluarla no la entendió, sino por su explicación del efecto fotoeléctrico y otras contribuciones a la física.
Einstein era francamente inteligente, pero no exageradamente más que sus compañeros. "No tengo talentos especiales", afirmó, "Soy apasionadamente curioso, nada más". Y un gran “cabezón” diría yo. Durante sus últimos años Einstein trabajó por integrar en una misma teoría las cuatro Fuerzas Fundamentales (nuclear fuerte, nuclear débil, electromagnética y gravitatoria), tarea aún inconclusa.

Aunque menos conocida, también es destacable su faceta humanista (a pesar de algunos oscuros asuntos familiares) y pacifista (aunque al principio apoyó la investigación de la bomba nuclear), reflejadas ambas en las frases a él atribuidas, que con música y fotografías, aparecen en este vídeo.



Días antes de su 44 cumpleaños, el 6 de marzo de 1923, Einstein visitó Toledo acompañado por su segunda mujer Elsa. Así hablaba su diario de Toledo: "Uno de los días más hermosos de mi vida. Cielo radiante. Toledo es como un cuento de hadas. {...} Las calles y la plaza del mercado, vista de la ciudad, el Tajo con algunos puentes de piedra; cuestas de piedra, agradables planicies, catedral, sinagoga. Puesta de sol con resplandecientes colores en nuestro regreso. Un pequeño jardín con una vista cerca de la sinagoga. Una magnífica pintura de El Greco en una pequeña iglesia (entierro de un noble), entre las cosas más productivas que vi. Un día maravilloso."
En las fotografías puede verse a Einstein en el Museo del Greco (con la Iglesia de San Cristóbal al fondo) y en el Puente de Alcántara.


El otro puente de piedra que pudo ver Einstein en Toledo es el puente de San Martín, levantado en el siglo XIII en sustitución de otro que hubo más abajo, cuyos restos son aún visibles y que fue destruido por una gran crecida del Tajo. En torno a este puente existe una leyenda conocida cómo "La Leyenda de la mujer del alarife" o "La Leyenda de la mujer del arquitecto" (no tengo claro que fuera arquitecto o ingeniero de caminos). Relata cómo la esposa del arquitecto, para salvaguardar el honor de su marido que había equivocado los cálculos de cimentación del puente (quizás si fuera arquitecto) y temía su deshonra cuando al quitar el andamiaje su obra se viniera abajo, decidió prenderle fuego protegida por la oscuridad de la noche. El puente quedó destruido por las llamas y el arquitecto volvió a construirlo subsanando los anteriores fallos. Tiempo después la mujer decidió confesar su acción al obispo, que al entender que había obrado por amor, mandó construir en piedra una imagen de la protagonista y colocarla en la parte central de la estructura del puente.



No asumió la mujer del alarife la suerte que el destino le tenía deparado al puente de San Martín. No se dio por vencida, cabezona ella. Cómo tampoco nunca se dio por vencido Einstein, murió intentando encontrar más teorías. No es que fracasara en estos últimos intentos, ya había alcanzado el éxito antes, a pesar de los presagios de su profesor de séptimo grado "no llegarías a nada en la vida". Pero era un inconformista, pues tras conseguir una meta, se planteaba otra nueva. No disfrutaba tanto con las metas alcanzadas como con el trabajo realizado para alcanzarlas. Lo importante no era destino, sino el camino recorrido hasta él. Pararse es conformarse y “Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso.” C.C.Cortez.

jueves, 12 de marzo de 2009

La guerra es un método de desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua. Ambrose Bierce

Comenzaría hoy con alguna anécdota de la mili, en las guardias o en los campos de maniobras con el CETME, o de la noche de los quintos, tapiando porterías o pintando ermitas de rosa. Y luego probablemente reconocería que, a pesar de hacer algún amigo para toda la vida, fue un año perdido. Pero no la hice. Después de dos prórrogas por estudios, finalmente el Servicio Militar Obligatorio desapareció de España el 31 de diciembre de 2001. Desde entonces existe un ejército profesional que, según la constitución, debe “garantizar la soberanía e independencia de España y defender su integridad territorial”. Supongo que esto quiere decir que debe estar preparado para la guerra.

Un día como hoy, 12 de marzo, pero en 1919, nacía Miguel Gila. Para mí uno de los dos mejores humoristas españoles (el otro es Eugenio). Alternó durante cincuenta años actuaciones en teatros, radio, televisión con su humor gráfico en revistas como La Codorniz (“La revista más audaz para el lector más inteligente” de Miguel Mihura), Hermano Lobo (fundada por Chumi Chumez) y Exendra.

Gila fue el pionero de los monólogos cómicos, destacando sus diálogos figurados por teléfono, sobre todo los de tono surrealista de la guerra. Tono adquirido probablemente en 1938, cuando, incorporado en plena guerra civil en el Quinto Regimiento de Enrique Lister, fue fusilado junto con un grupo de republicanos por un pelotón borracho. Tuvo suerte, no fue alcanzado por ninguna bala y se hizo el muerto hasta que pudo huir por la noche. "Nos fusilaron al anochecer, nos fusilaron mal. El piquete de ejecución lo componían un grupo de moros con el estómago lleno de vino, la boca llena de gritos de júbilo y carcajadas” contaba en sus memorias. Más tarde fue encarcelado, compartiendo campo de prisioneros con el poeta Miguel Hernández (otra vez el pelón murciano). Concluida la guerra continuó trabajando, en España o en su exilió voluntario argentino (del 68 al 85), hasta el 14 julio de 2001, cuando falleció por su enfermedad pulmonar crónica.



No tuvo la misma suerte con su fusilamiento el Alcázar de Toledo. Al comienzo de la Guerra Civil Española militares sublevados contra la República se refugiaron en él. Las fuerzas republicanas empezaron el asedio sobre el fortín y en septiembre de 1936 bombardearon el edificio. A finales de septiembre Franco decidió desviar las tropas que se dirigían a Madrid para liberar a la guarnición asediada, haciendo su entrada en la ciudad el 28 de septiembre.
Antes, la mañana del 18 de septiembre, en presencia de la prensa invitada por el Gobierno republicano, las minas detonadas destruyeron completamente la torre sudoeste del edificio. El vídeo de esta detonación está recogido dentro de la película de propaganda franquista Sin novedad en el Alcázar (Augusto Genina, Italia 1940)



De la plaza de Zocodover sólo quedó en pie, en increíble equilibrio, el arco de la sangre. Al fondo el Alcázar todavía conservaba una de sus torres.


Toledo mantiene símbolos franquistas ó pre-constitucionales, como la inscripción en piedra junto a la puerta principal del ayuntamiento, "El Ángel Caído" de la fachada este del Alcázar o la gran vidriera con el escudo franquista del comedor de gala de la Academia de Infantería. La semana pasada se conoció que el Ministerio de Defensa está estudiando la retirada de esta última en cumplimiento del artículo 15 de la ley de la memoria histórica: “Las Administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura {...} no será de aplicación cuando {...} concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la Ley”

Dicen que la historia la escriben los vencedores. Pero hay hechos que no cambian, los cuente quien los cuente. No cambia el número de muertos. Y no cambia la destrucción del Alcázar y de la plaza de Zocodover de Toledo en la guerra civil. Quizás la visión surrealista de Gila haga ver las terribles consecuencias de todas las guerras y que “gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.” Jaume Perich

lunes, 2 de marzo de 2009

Estoy seguro de que la buena música la vida alarga. Jehudi Menuhin

Mi Educación General Básica incluía música, midiendo el tiempo con el brazo, entre negras y silencios, y aprendiendo a tocar un instrumento, la flauta dulce. La actividad flautil se intensificaba cuando llegaba la navidad siguiendo aquel camino que llegaba a belén. Más tarde, en el Bachillerato Unificado Polivalente, (que ganas de poner adjetivos para luego reducirlo con siglas) aunque no tocamos ningún instrumento (sólo nos inventamos otro tipo de flauta, el “picolobo” ó flautín), conocimos la obra de algunos que dedicaron su vida a su instrumento.

Un día como ayer, 1 de marzo, pero en 1810, nació en Polonia Frédéric Chopin. Excelente pianista y representante del romanticismo musical, cultivado con las formas breves (nocturnos y baladas), con los géneros clásicos (sonatas, conciertos y preludios) y con piezas de su añorada patria polaca (polonesas y mazurcas). La mayoría de sus composiciones son para piano solo y en todas hay un piano involucrado, siempre con título genérico y un número. Murió, como otros genios, de tuberculosis, de la que había intentado recuperarse durante dos inviernos en Mallorca (algunos si confiaban en poder sanar en Mallorca). Allí dejó un piano que se exhibe en el museo “Celda Chopín” de la Cartuja de Valldemossa. Una resolución del Parlamento Europeo del 10 de abril de 2008 sugiere que, con miras al 200 aniversario del nacimiento de Federico Chopin, el año 2010 se denomine "Año Europeo de Federico Chopin"

Las piezas de Chopin han sonado en muchas películas, algunas de ellas autobiográficas, aunque quizás la más recordada sea “El pianista”, galardonada con tres Premios Oscar: Mejor Director, Mejor Actor Protagonista y Mejor Guión Adaptado, de un total de 7 nominaciones. Es una adaptación de las memorias del músico polaco de origen judío Władysław Szpilman durante la segunda guerra mundial y la invasión de Polonia por los alemanes. Esta buena película, aunque no de mi predilectas, tiene una escena impresionante en la que Szpilman, que sobrevive en 1943 escondido de los nazis en el exterior del gueto, encuentra una lata de pepinillos en conserva entre las ruinas de las casas bombardeadas , pero nada con que poder abrirla y... el resto de la escena está en el video, incluida la primera balada Op. 23 (otra vez música y cine, primer y séptimo arte). Esta pieza fue compuesta por Chopin en Viena en 1831 mientras en su tierra natal se producía el Levantamiento de Noviembre, la insurrección polaca contra los rusos (los polacos siempre entre alemanes y rusos).



Y los mismos nazis que ocupaban Polonia realizaron un tour por España en 1941 para preparar la posterior reunión que Franco y Hitler celebraban en la ciudad francesa de Hendaya y para, según cuentan las crónicas, buscar del Santo Grial en el monasterio de Montserrat. Fue Heinrich Himmler, Comandante en Jefe de las SS y ordenante de la matanza de millones de judíos y polacos, el que antes que Monserrat visitó Toledo el 21 de octubre de 1940. Himmler se hallaba obsesionado con el Santo Grial, que creía poseedora de poderes mágicos increíbles que le garantizasen el dominio del mundo y, supuestamente, la vida eterna. Además de El Santo Grial, Himmler en Toledo (antigua capital del Reino de los Visigodos) buscaba la mesa de Salomón, una reliquia antigua saqueada por los visigodos de Roma, y antes de Jerusalén. La leyenda antigua decía que "El que posea la Mesa de Salomón será el dueño del mundo" y que esta “era un potente ordenador sobrenatural, capaz de materializar físicamente cualquier energía, concepto o plano teórico, y además podía mostrar imágenes de tiempos pasados y futuros, lo que le convertía en un objeto sagrado con un poder inigualable”. En la foto la comitiva nazi sube por el lateral del Ayuntamiento de Toledo. Al fondo se puede ver la Catedral.


Algunos como Szpilman buscaban abrelatas para sobrevivir, otros como Himmler el Santo Grial para la vida eterna y otros como Josep Mascaró, siguiendo la virtud aristotélica del término medio, optan simplemente por vivir, una filosofía plasmada en el nuevo spot de Coca Cola.



“No te entretengas en tonterías ... que el tiempo corre muy deprisa ... y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta.”