jueves, 14 de mayo de 2009

“Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”. Cicerón

“El mejor político es el mejor mentiroso” aseveraba mi profesora de primero de BUP de literatura. No aprendí mucho más con ella (además de no fiarme demasiado de promesas y medidas políticas) y tuvo gran culpa de que me inclinara por las ciencias. Más aprendí unos años antes cuando leí, obligado por la clase de lengua, “El barón de Munchausen”. Es un libro de aventuras entretenido, aparentemente sin grandes pretensiones aunque dicen que critica distintos acontecimientos sociopolíticos. Las asombrosas hazañas del barón incluían viajar sobre una bala de cañón, cabalgar sobre un caballo cortado por la mitad y llegar a la Luna donde los selenitas pueden separarse de su cabeza. Pero leerlo con la intención de hacer un resumen de tan sólo dos páginas puede resultar bastante complicado. No podía analizar todo el libro para sintetizar un resumen. Lo único que conseguí hacer, después de mencionar algunas de sus peripecias más significativas, fue analizar la personalidad del protagonista: un charlatán, exagerado y cuentista, prácticamente un mentiroso.

Un día cómo el pasado 11 de mayo, pero en 1720 nacía en Karl Friedrich Hieronymus, el barón de Münchhausen, un alemán que luchó con el ejército ruso (ahora descubro que fue un personaje real). Los libros que se publicaron de sus andanzas le trajeron, aún en vida, su inesperada fama como mentiroso oficial, y después se recogieron en una película.



Una de las mayores mentiras contada en cualquier medio de comunicación (aunque tampoco es pequeña la de querer silenciar los pitos de ayer al himno en la final de copa) fue la emisión por radio de "La guerra de los mundos", adaptación de la obra de H.G. Wells, que provocó el caos entre la población americana. Dramatizada como si fuera un noticiario, con intervenciones de corresponsales y llamamientos a la calma de las autoridades, el público creyó que los marcianos estaban realmente invadiendo la Tierra. El artífice de esta representación fue Orson Welles, nacido un día como el pasado 6 de mayo, pero en 1915. Actor, director, guionista y productor estadounidense, realizó varias películas, aunque la más recordada es “Ciudadano Kane”, considerada como una de las obras maestras de la historia del cine, por la que tan sólo recibió el Óscar al mejor guión original. En ella usó todos los recursos existentes hasta ese entonces de manera magistral y algo absolutamente nuevo: al protagonista como un narrador que quiere contar la historia a su manera (me encantan las películas contadas de este modo). No me he decidido por ningún fragmento, la mayoría geniales, así es que os pongo el trailer, que no es para nada usual (comparadlo con el anterior).




Una de las definiciones de mentir es “exagerar una verdad si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente”. Pero no es mentir el exagerar para que algo le quede al oyente. Como ha quedado el nombre de la Calle Del Hombre de Palo. Parece ser que en esta calle se encontraba un muñeco de madera estático, provisto de una hucha destinada a recoger las limosnas. Pero la leyenda toledana cuenta que “por esta calle paseaba el autómata de madera, construido por el relojero de Carlos V, Juanelo Turriano, ante el asombro y perplejidad de la muchedumbre” . Un robot que en el siglo XVI paseaba pidiendo limosnas y que hacía reverencias cuando las conseguía, construido por ese relojero que en realidad era ingeniero (otra mentira que queda pendiente para otro día).

Cualquiera puede construir una mentira. Otra cosa es contarla bien para que te crean, es decir, para engañar, ya que esto depende del oyente de la mentira (o de que no te crezca la nariz como a Pinocho, otro autómata de madera). Cómo dice esta frase de un anónimo (un mentiroso de su identidad): "Si te engañan una vez, culpa al otro; si te engañan dos veces, cúlpate a ti mismo"

2 comentarios:

  1. Mal día para publicar la entrada, dos semanas sin publicar nada y lo haces justo el día que es fiesta en Madrid, esto no lo lee nadie hasta el lunes si se dan cuenta que hay entrada nueva.

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  2. Suquete,,, aquí estamos, leyendo la entrada...
    Muy curioso lo del hombre de palo, jamás se mue hubiea ocurrido relacionarlo con pinocho y la mentira.... muy bueno... la verdad...
    Lo de Welles con la guerra de los mundos suena ahora un poco burdo, pero os aseguro que nos tragamos cada día bolas más grandes, manipular es demasiado fácil cuando estamos sedientos de grandes cosas....

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