lunes, 2 de febrero de 2009

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. Leonard Bernstein

Mi nombre, una vez superados los diminutivos infantiles y aceptados los sobrenombres (y el viernes me gané otro), es Félix. Del latín felix felicis – feliz. Ya escribiré de mis clases de latín y filosofía. De cada 1000 españoles, 4.4 se llaman así (en España hay sobre 200.000 hombres felices, al menos en el nombre). Son datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero también puedes buscar la distribución de tu apellido o, en que provincia es más habitual cualquier otro nombre, que por cualquier razón, quieras buscar. http://www.ine.es/daco/daco42/nombyapel/nombres_mas_frecuentes.xls. Le debo mi nombre a alguien que lamentablemente no conocí, porque nos dejó un día como antes de ayer, hace 32 años.

Un día como el día antes de antes de ayer, 29 de enero, pero en 1969, The Beatles tocaba por última vez en su historia. Era su despedida. Yo no eran felices tocando juntos. El concierto, que se realizó en los tejados del edificio de Apple en Londres, no fue anunciado previamente, lo que provocó la sorpresa de los transeúntes.





Además de estas "Get Back" y "Don’t let me down", The Beatles amontona multitud de canciones cortas, pegadizas, aparentemente fáciles pero siempre redondas: “Come Together” (coincidiente con el slogan de un profeta del LSD que pretendía presentarse como candidato a gobernador de California), "Help" la balada "Michelle", "Hey Jude", "Let it be", la magnífica "Yesterday", "I feel fine" (me siento feliz) o "All you need is blog". Mucho se ha escrito de sus letras y nombres de las canciones, del derecho y del revés. Como de “Lucy in the Sky with Diamons”, considerado este título como un acrónimo: LSD. La canción, que cuenta un viaje hacia la felicidad, imaginario y fantástico, comienza así:

Imagínate en una barca en un río con mandarinos y cielos de mermelada.
Alguien te llama, respondes despacio, una chica con ojos de caleidoscopio.
Flores de celofán amarillo y verde, amontonándose sobre tu cabeza.
Buscas a la chica con el sol en los ojos y se ha ido.

Nombres, títulos, slogans... Pensados, azarosos, elegidos, impuestos, con significado, como el nombre de Toletvm “ciudad elevada” o con historia-leyenda como las calles de Toledo. No son nombres de ríos, ni de pueblos, ni números como en New York (ahora sí que es una ocasión especial para viajar a ultramar). Toledo tiene la calle de las Bulas Viejas (dónde se imprimían las bulas de la Santa Cruzada), la calle del pozo amargo (amargo a causa de las lágrimas de una enamorada judía), el Callejón del Diablo (dónde ardió el mismo Satán, reencarnado en bruja), el arco de la sangre (derramada por los ajusticiados por la inquisición), el callejón de los muertos (antigua morgue municipal)...


No se encuentra mucha felicidad en los nombres de las calles de Toledo. Aunque los nombres pueden engañar. En el buen libro "Un mundo feliz", de Aldous Huxley, se describe una sociedad dónde se han erradicado la guerra y la pobreza, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía. Huxley había experimentado con sustancias psicoactivas como el LSD. Otros muchos artistas e intelectuales no sólo experimentado sino que sucumbieron a esta droga de poderosos efectos alucinógenos, buscando quizás la felicidad. Gabriel García Márquez es más naturalista: “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad” y Bocio más sencillo: "¿Por qué buscais la felicidad, oh, mortales, fuera de vosotros mismos?"

7 comentarios:

  1. Qué esforzado eres.
    Y qué bueno escribiendo y "enlazando"
    Enhorabuena succcccccco piernas locas.
    Angel

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno,
    me ha gustado mucho, detecto un toque nostálgico y romántico...
    sigue escribiendo piernas locas,

    Vanesa

    ResponderEliminar
  3. Con comentarios así, ¿como no voy a seguir escribiendo una entrada semanal? Me acabo de acordar que conozco más a los The Beatles gracias a un recopilatorio de 27 canciones, "The Beatles 1", que me grabó Vanesa. Por ahí debe andar aún la cinta. Siempre quedan cosas en el tintero.

    ResponderEliminar
  4. Muy buena, Felix, la entrada de esta semana.
    Me parece una entrada nostálgica a la vez que misteriosa, no sólo misteriosa por tus comentarios y/o vida de The Beatles sino también misteriosa por las diferentes formas que haces mención de la búsqueda de la felicidad.

    (naxo)

    ResponderEliminar
  5. Y no os parece misterioso el movimiento de piernas de Félix...? Para mi que describe una secuencia matemática o el movimiento de los arcanos o algo... fijaros si no el próximo sábado... joder que canguelo

    ResponderEliminar
  6. Felix, como siempre adelantandote a la noticia.
    Hoy he visto que publicaban una seria de datos curiosos sobre los apellidos y nombres y demás.
    Pero eso justo es lo que dices en tu entrada de ayer.
    Por cierto, mi apellido está bastante localizado, vamos que no se ha dispersado por lo que es toda la geografía española.

    (Naxo)

    ResponderEliminar
  7. alguien sabe que ha pasado con el blog de Ángel... pone que está restringido...

    ResponderEliminar